Arturo Fernández se reinventa tras el ‘caso Bankia’: así será el nuevo Club de Tiro Cantoblanco
El empresario Arturo Fernández, ex consejero de Bankia, ex vicepresidente de CEOE y ex presidente de la patronal madrileña CEIM, prepara una importante remodelación del Club de Tiro Cantoblanco, el mítico negocio que fundó su abuelo en 1898 y que ha sido lugar de encuentro de reyes, nobles y empresarios en Madrid. Tras quedar absuelto del ‘caso Bankia’, donde la Fiscalía no le acusaba, Fernández invertirá dos millones de euros en remodelar el restaurante de las instalaciones para convertirlo en un espacio moderno y abierto, más acorde con las nuevas tendencias.
«He conseguido ya todos los permisos y autorizaciones públicas para hacer la obra y en septiembre está previsto que empecemos», señala Fernández en conversación con este diario. La intención del empresario es que a principios de 2022 las obras hayan finalizado y pueda inaugurar un nuevo espacio de encuentro en el Club de Tiro.
Como se ve en el vídeo, el nuevo restaurante será más abierto, más moderno, con más espacio y acorde a las nuevas tendencias de la restauración. «La gente ya no quiere restaurantes cerrados. Después del coronavirus demanda espacios más abiertos que se puedan ver mejor todas las instalaciones del Club de Tiro», señala. El diseño lo firman Modular Home y Next Arquitectura.
Según explica Fernández, la inversión será de unos dos millones de euros, después de que la borrasca ‘Filomena’ provocara importantes desperfectos en las instalaciones del Club de Tiro. «Los costes de la nieve provocaron desperfectos en las instalaciones por valor de un millón de euros», asegura.
El Club de Tiro Cantoblanco, 500 hectáreas al norte de Madrid, fue fundado en 1898 por el abuelo de Fernández, Arturo Fernández Iglesias, armero del rey Alfonso XIII, convirtiéndose en un lugar de encuentro de reyes y empresarios. Situado junto a la Universidad Autónoma y el Hospital Cantoblanco, el Club de Tiro es el negocio principal de Fernández, que tuvo que vender su conglomerado empresarial hace años después de que le imputaran en Bankia y que se viera envuelto en el caso de las tarjetas’ black’ -devolvió el dinero-.
Como ha reconocido en una entrevista con este diario, su imputación en esos casos le privó de vender su grupo a un inversor extranjero, que estaba dispuesto a comprarlo por 200 millones de euros. «Tuve que seguir adelante con la empresa después de que el fondo inglés rechazara la compra. Pero con la crisis ya no aguanté más y tuve que pedir el concurso de acreedores. Tuve que hipotecar mi casa», recuerda. «La sentencia dice que no hubo nada. La salida a Bolsa fue correcta porque la avaló el Banco de España, la CNMV, el Gobierno… todo el mundo», insiste.
San Telmo
Ahora, Fernández continúa adelante con el Club de Tiro y asesora al Grupo San Telmo, que tiene restaurantes, gasolineras y alguna colectividad importante, unos 400 empleados en total. Mientras mantiene su amistad con el rey Juan Carlos I, se ha embarcado en una fuerte inversión para dotar de un espacio de restauración moderno al club de tiro más antiguo de España.